Mientras no inventemos las máquinas para leer la mente, nunca sabrás lo que las otras personas están pensando, ¿por qué molestarse entonces? Incluso si pudieras leer la mente, no es asunto tuyo de todos modos.
2. Especular cómo sería de diferente la vida si sólo hubieras…
Debido a que viajar en el tiempo es imposible, la construcción de líneas de tiempo alternativas es desperdiciar el tiempo que te queda. Aprende de tus errores, pero mantén tu atención en donde estás ahora y a dónde te diriges.
3. Imaginar lo peor que podría suceder
Lo peor probablemente no va a suceder, por lo que hacer conjeturas al respecto es un esfuerzo inútil. Si lo peor sucediera, probablemente sería mucho peor de lo que puedas imaginar, así que tratar de imaginarlo es tiempo perdido.
4. Preocuparse por la economía
A menos que seas un miembro de la Junta de Gobernadores del Sistema de la Reserva Federal, no hay nada que puedas hacer personalmente para cambiar la economía. E incluso si pudieras cambiarla, preocuparse por ella seguiría siendo inútil.
5. Enojarse con otros conductores
Enojarse con otros conductores no tiene caso. Es mucho mejor encogerse de hombros y seguir adelante, mental y físicamente.
6. Echarle la culpa a tu madre/padre por lo que eres ahora
Se han gastado sin duda miles de millones de horas de terapia revisando y discutiendo lo que las madres hicieron mal y podrían haber hecho de otra manera. En la mayoría de los casos, sin embargo, eres tú quien elige cómo ser. Sí, mamá no era perfecta. Supéralo.
7. La astrología
Son puras tonterías.
8. Quejarse sobre cosas que están fuera de tu control
Tal vez tenga sentido quejarse en una encuesta de servicio al cliente. Aparte de eso, quejarse de todo lo demás – incluyendo el clima, la política, los vecinos, los compañeros de trabajo y las enfermedades – es desperdiciar un tiempo precioso que nunca recuperarás.
9. Esperar que algo sea perfecto
La perfección no existe en el mundo real, por lo que esperarla no sólo es una pérdida de tiempo, sino que también implica una decepción.
10. Discutir con extraños
A veces, discutir es necesario para mantener las relaciones y avanzar juntos. Discutir con alguien que no conoces, sin embargo, es absolutamente absurdo. Nadie nunca cambió de opinión porque un desconocido le “demostró” que estaba equivocado.
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